Dicen que «SIEMPRE ES BUENO VOLVER A CASA»… Hoy, de vuelta en su ciudad natal por la pandemia -llegó en septiembre desde Europa-, Guillermo Alvarez, ex Selección Nacional de voleibol, entrena a la Primera del Club Deportivo Jorge Newbery.

En diálogo con GálvezHoy, agradeció a Sergio «Chino» David, Soledad Righi y Mariano Santilli que lo convocaron para estar en el Club, «por lo que siento una satisfacción enorme, porque siempre pensé que en la vida las cosas hay que devolverlas, y ésta es una oportunidad que me brinda la vida de poder estar acá. Encontrarme con un montón de recuerdos que he tenido siempre y ver que hay jugadores de voley desde infantiles hasta veteranos, me llena de alegría y en lo poco que pueda aportar, siempre estaré dispuesto a dar una mano».

Sobre su vida dedicada al deporte, Guillermo relató: «Empecé acá, en el CDJN, muy chiquito arranqué en la Selección de Santa Fe y de ahí emprendí una carrera que fue dura como todo deportista de alto nivel, pasando por Obras Sanitarias en Buenos Aires hasta que tuve la posibilidad de ir a Europa, y allí jugar alternando siempre en la Selección». Y hoy, el deportista se mostró «muy feliz de estar en casa, los chicos tienen una base hermosa para trabajar, se nota que a «Chino» (David) los años no le han pasado porque sigue con las mismas ganas, Sole tiene un ímpetu impresionante y Marcos Santilli es un referente que aporta mucho para el equipo».

Con un trabajo ad honorem, «porque es una devolución enorme de corazón ya que no todo es para lucrar, no pensé que me iba a encontrar tan bien en Gálvez», confesó. Y si bien Álvarez había tomado la decisión de quedarse a vivir en Europa, volvió al país a causa de la pandemia, «y sé que la vida te va poniendo donde tenés que estar, cuando llegue el momento de partir se verá de nuevo, estoy acostumbrado a ir y venir», dijo.

El Voley en Argentina

«El país tiene algo que lo hace muy competitivo en todo el mundo y es justamente el trabajo de los clubes, ya que en el resto del mundo no todos trabajan como Argentina», explicó el galvense, que conoce sobradamente de lo que habla. «Quizá nos falte un poco de material desde el punto de vista de la envergadura de los jugadores, pero lo hemos solucionado y siempre hay una muy buena labor atrás, por lo que el país va a estar siempre en el lote de séptimo, octavo al décimo».

En ese sentido destacó: «Hay jugadores muy potentes que no es fácil encontrarlos en Argentina, pero gracias al trabajo de los clubes en inferiores, se llega a poder competir de la misma forma» que los más grandes, y en cuanto al mito sobre la altura de los jugadores, Guillermo afirmó: «Si me das a elegir, prefiero jugadores de más de 2 metros, pero eso no existe y afortunadamente en la actualidad, las reglas del voley permiten que un par de jugadores bajos jueguen bien si son buenos técnicamente».

Una «escuela de vida»

«El deporte es una escuela de vida, y de todas, es la más linda porque te permite generar infinidad de situaciones y en nuestra sociedad el deporte es muy importante porque es una de las posibilidades de salir adelante en el futuro», aseguró.

Finalmente, y mostrando una gran pasión por el deporte en general y el Voley en particular, Álvarez reflexionó: «No todos llegan, pero el camino es lo más importante. De mi paso por la vida deportiva me quedaron las enseñanzas, las amistades, y eso es muy valorable para mí».