El pasado jueves 18, el ex jugador y capitán del seleccionado nacional de voleibol Marcos Milinkovic (hoy entrenador), llevó adelante una clínica deportiva para chicos y chicas mayores de 14 años en el Jorge Newbery, luego una interesante charla -donde también participaron los entrenadores presentes y papás-, para cerrar la jornada con un asado en el club.

«La verdad es que estoy muy contento… Me hicieron acordar que hacía muchos años había venido a jugar acá con el equipo del Chino David», sostuvo el ex opuesto de la selección, entendiendo tras lo vivido en la jornada en Gálvez que «siempre lo dije, venir a la provincia de Santa Fe es venir a ver un voley mucho mejor. Santa Fe tiene a entrenadores y jugadores de primera calidad, y se nota en cómo tocan los chicos la pelota. Tienen control de la pelota en todos los movimientos, entonces es mucho más fácil poder venir a entrenar con ellos». «Entrenar con los chicos fue muy, muy lindo, y la charla entretenida, muy rica, ojalá que podamos repetir en algún momento», añadió.

En este tipo de entrenamiento intensivo, explicó, «yo hago una parte técnica en la cual trabajo un poco con los jugadores, hoy había muchos chicos, entonces los dividimos en tres grupos, y hablo con los profes a ver qué necesidades tiene cada uno con respecto al equipo, si tienen más defensa, más bloqueo, más saque, y apostar un poquito más en lo que el profe tiene un poco más de dificultad. Y luego esta última parte, que para mí es la más linda, es un momento en el cual cuento un poco la historia mía, de cómo fueron mis comienzos y respondo las preguntas de los chicos y los padres. Quieren saber de los momentos en el cual un partido o un entrenamiento no está yendo como uno quiere, cómo se hace para salir… La alegría, la necesidad o el querer de mostrar más de lo que uno puede, a veces te bloquea. Esas son las preguntas más clásicas y las que más me gusta responder porque son las que más necesitan los chicos».

«Yo les digo que disfruten mucho este hermoso deporte, que disfruten lo que significa pertenecer a un equipo, los valores que transmite jugar en un equipo como es el voley, y la verdad que da muchísimas satisfacciones no solamente en la cancha, porque una de las cosas que yo siempre valoro y hago referencia es la cantidad de amigos que me dio el deporte».

 

La selección argentina y De Cecco abanderado en los JJ.OO.

Milinkovic se refirió además al voley del país: «Creo que la Liga es el primer trampolín para los jugadores con un poco más de futuro, y de ahí que despeguen para el exterior o para la selección. Lamentablemente, ese paso muchos chicos lo están saltando porque en los últimos años la Liga Nacional dio una caída muy grande. Entonces, los chicos se van a cualquier lado por poca plata, se acomodan en un lugar de un futuro diferente y quizás se quedan sin tener la posibilidad de poder competir en un campeonato mejor. Entonces, me parece que lo más importante hoy es volver a tener una Liga de primer nivel, una Liga en la cual nuestros jugadores puedan pasar a adquirir experiencia y a foguearse para que en el futuro se puedan ir tranquilamente a un club de primer nivel en el exterior».

Y acerca del plantel nacional, entendió que «la Argentina jugó una VNL (Liga de Voley de Naciones) linda; no es un torneo fácil porque vienen todos los jugadores de sus ligas. Entonces, hay poco tiempo de descanso, pero me parece que Argentina hizo una muy buena VNL y nos da una esperanza grande para lo que es los Juegos Olímpicos porque, la verdad, no hubo ningún equipo que haya demostrado que está muy por encima del resto». «Entonces creo que Argentina, con la calidad técnica que tiene y esa energía del jugador latino que yo he hablado con los chicos, hacen una mezcla muy importante y es el extra que tiene nuestra selección para poder dar un golpe nuevamente y meterse una disputa de medalla», añadió.

Finalmente opinó sobre que Luciano de Cecco sea uno de nuestros abanderados en los JJ.OO. «Si hay alguien que se lo merecía, era Luciano… Obviamente, un representante de nuestro deporte en un Juego Olímpico portando la bandera argentina es algo hermoso. Para mí, Luciano es una persona que adoro, que quiero mucho. Lo conozco desde que tenía 16 años, entrenaba con nosotros, y me da muchísimo, muchísimo placer, muchísimo orgullo que una persona tan buena y tan representativa como es Luciano lleve esta bandera en París».