Jugadora de básquet de casi toda la vida, Verónica Balbo hoy es vicepresidenta de FFEMAR (Federación Femenina de Maxibásquet de Argentina), entidad que días atrás tuvo el placer y el orgullo de organizar, junto a un grupo de gente de Mar del Plata, el 16° CAMPEONATO MUNDIAL DE MAXI BÁSQUET FEMENINO y MASCULINO.

«Nosotros el año pasado habíamos organizado ya el Panamericano en la ciudad de Paraná, pero la verdad que un Mundial es muchísimo, pero muchísimo más trabajo. Hubo 4.600 jugadores, hubo equipos de casi 300 equipos de distintos países y aparte, toda la gente también que viene acompañando a esos equipos. Tuvimos  figuras muy importantes que nos han visitado como Walter Herrmann, que vino representando al equipo de España y es conocido por nosotros por ser de la generación dorada, y vinieron jugadoras de un nivel tremendo», relató «Vero», quien es además la responsable de la coordinación de las selecciones argentinas femeninas, que además tuvieron muy buena performance.

«Tuvimos medallas: de oro en categoría +55 que sería el equipo en el cual yo debería jugar, después tuvimos medalla de oro también en +70, medallas de plata en +45, en +70, y el +70B porque abrimos categoría, siendo los primeros equipos de 70 años que jugaron un Mundial… después tuvimos medallas de plata también en el +50 y varias medallas de bronce como en +65  y después tuvimos algunos cuartos puestos también».

  • ¿Qué significa haber realizado un Mundial, y haberlo podido concretar en un momento tan difícil y complicado para la Argentina?
  • Es complicado para nosotros, porque para los que venían, la verdad es que era barato acá… La verdad que el esfuerzo que hicieron las jugadoras, el cuerpo técnico y cada uno de los miembros de la Federación fue tremendo, porque se prepararon, tuvimos tres prácticas en distintos lugares del país, y aparte nos pagamos todo: la ropa, pasajes, hotel, todo…. Pero el esfuerzo, la pasión y el respeto que le puso cada una de las jugadoras, hace que estemos muy orgullosas de lo vivido y nos hace seguir trabajando cada vez más. Ya lanzamos el Panamericano que es en Mérida, en México en el 2024 y también tenemos el próximo mundial que es en Suiza y vamos trabajando, porque todos vamos pasando de categoría, porque el Maxi Básquet se juega cada cinco años y vas avanzando y lo bueno está en que seguimos abriendo categorías».
  • Vinieron jugadores de importancia, lo que le dio gran marco…
  • La talla de jugadoras que vino fue impresionante… Vos tenés una Alexandra de Brasil, o Carla Costa, que son medallas olímpicas, vino también Cabezas de la selección española, un campeón del mundo que jugaba en el mismo equipo que Walter Herrmann, que está nacionalizado español pero lo conocemos como integrante de la generación dorada. O sea, el campeonato fue muy pero muy bueno, con equipos de todos lados y también referís de todo el mundo, que son del cuerpo técnico de FIMBA (Federación Internacional de Maxi Básquet). También se jugó el partido FIMBA que es el único que yo jugué, donde en una cancha hubo 20 nacionalidades en un mismo partido, todas autoridades de FIMBA, así que estamos muy felices y con muchas pero muchas ganas de seguir trabajando y seguir diciéndole a la dirigencia que se puede. Es trabajo y es gestión, y eso que nosotros tuvimos a la CAB (Confederación Argentina de Básquetbol) en contra. La CAB les prohibió a los clubes, les prohibió a los árbitros, les prohibió a todos los que son mesas de control que trabajen para este mundial o colaboren con el mundial, incluso le prohibió también a los jugadores de los clubes de Mar de Plata, diciéndoles que iban a tener sanciones si iban a ver los partidos… Así y todo,  sacamos el Mundial adelante, tuvimos 18 estadios, se jugó en Mar de Plata, en Santa Clara del Mar y en Miramar, querer es poder.
  • En tu caso, además, viviste un momento muy emotivo al inicio…
  • Mis hijos me vienen acompañando desde chiquititos los dos, tanto Lautaro como Helena, y ahora Helena en este Mundial entró ella con el estandarte de Argentina y bueno, es una satisfacción, es la familia, es mostrar que con el deporte se sigue a todos lados con la familia, es el mostrar otro tipo de valor a los chicos. Te cuento un ejemplo, había uno de los dirigentes de FIMBA que es de Finlandia y que es de la ciudad de Papá Noel, entonces él le contaba a Elena en su idioma, le traducíamos, ella le hizo dibujos, es una familia grande, el maxi básquet es como un regalo que te da la vida, para seguir adelante con tu pasión y es por eso que nosotros siempre le decimos a todo el mundo que no dejen de hacer lo que les apasiona, que no hay edad para hacer lo que a uno le gusta.