Apenas habían pasado las 17:30 cuando Tobías Reyes atravesaba el arco de ingreso a la ciudad, cumpliendo con la promesa realizada el jueves minutos antes de la pelea: «Mañana voy a llegar a Gálvez con los dos títulos, me preparé para esto y lo voy conseguir».

Así había expresado a los distintos medios de comunicación, su deseo y convicción de obtener el logro más importante en el pugilismo galvense, logro que le permitió ponerse dos cinturones en la categoría Súper Mosca: Campeón Argentino y Campeón Internacional de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).

Las lágrimas se apoderaron del joven boxeador cuando pisó su ciudad y fue recibido en el Arco por familiares y amigos de su querido Barrio Ideal. «No quería, pero me volví a emocionar» (como en la noche del jueves), dijo entre lágrimas, y en cada palabra recordó los momentos que tuvo que afrontar desde chico cuando empezó a practicar el «noble deporte de los puños». «Trabajé mucho tiempo por este sueño y anoche lo pude cumplir. Fueron muchos años de entrenamiento, de sacrificio… Estoy muy contento de poder traer para la ciudad de Gálvez estos campeonatos», expresó Reyes, quien terminó la pelea con una lesión en su mano izquierda: «Fue en el primer round, lo golpeé y me lesioné, se ve que era cabeza dura (risas). Cuando finalizó la primera ronda, fui al rincón y le decía a mi entrenador que me dolía mucho, ahora tengo que hacerme unas placas y ver que no sea nada grave».

A la hora de analizar el combate, sostuvo que «el quiebre se dio a mitad del primer asalto, a partir de ahí me di cuenta que tenía que apretar, que a la pelea ya la tenía controlada», remarcando que «ahora se viene lo mejor, se vienen cosas lindas, y por eso hay que seguir entrenando y preparándose».

De ahí, Tobías se subió al camión de bomberos que encabezó la caravana por el centro en la ciudad, recibiendo el cariño de todos los galvenses. El recorrido finalizó en su domicilio, en Barrio Ideal, donde ahora se comienza a reponer para transitar el camino en esta profesión, que hoy ya lo tiene como campeón indiscutido.